Tenía mucho tiempo sin pasarme por acá. Y es que, como sabéis algun@s, en casa me miran un poco raro a la hora de la comida cuando me pongo a tomar fotos. Además, mi cámara no es muy buena.
En fin. Quiero que estas recetas sigan viajando por el ciberespacio. Mi abue, Angustias, ha comenzado a perder seriamente la memoria, por lo que no quiero que vuelvan a perderse las recetas familiares.
Ya me dijo mi abue más de una vez: "pregúntame ahora las recetas, que luego perderé la memoria como la Nona y no podré dártelas".
Tristemente así ha sido. Y al igual que mi bisabuela, ella ha perdido su memoria y ya no sabe preparar ni las lentejas.
Por ti abue, va esta receta tuya, pero a mi manera y al ojo por ciento.
Ingredientes:
12 placas o tubos de canelones (de los que van directo al horno)
250grs de queso ricotta con sal o de queso Burgos
1 manojo de espinacas oo 1/2 paquete del que ya viene limpitoooooo!!
150grs de mozzarella rayada
1 taza de salsa bechamel
1 taza de salsa de tomate napolitana
1 ajo pequeño
Sal y pimienta
Procedimiento:
Esto se hace en un "plis plás" con las nuevas pastas que ya vienen precocidas y van directo al horno.
Yo pongo la espinaca en el procesador o robot de cocina junto con un ajo pequeño, sal y pimienta y la trituro hasta que queda pequeñita la espinaca. Luego cambio las aspas y pongo las de amasar y echo el queso ricotta. Aquí en España es más fácil de encontrar el queso tipo Burgos y es el que uso ahora para esta receta. Dejo que se incorpore todo bien y se forme una pasta homogénea. Si no tienes robot de cocina no te preocupes y junta muy bien varías hojas de espinacas y pícalas fínamente al igual que el ajo. Luego con un tenedor mezcla junto con el queso.
Rellena con la mezcla de espinaca y queso (un par de cucharaditas, aproximadamente) las láminas o los tubos. Ve colocando en un molde refractario para horno untado en aceite o mantequilla. Cúbrelos con la salsa de tomate y luego la bechamel. Espolvorea el queso mozzarella y mete al horno a 180ºC (350º F) hasta que esté el queso dorado.
Otro relleno que le ponía mi abuela de vez en cuando, era media salchicha y queso gouda. Estas gustan mucho a los niños, pero he de decir que las de espinacas se las comen también, siempre que se note el queso.
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