Su preparación es sencilla, dependiendo de cómo y cuáles ingredientes utilicemos. Yo pondré las dos opciones:
Ingredientes:
2 remolachas medianas (la segunda opción es usar las que vienen cocidas al vacío).200mls de vino tinto (se recomienda merlot, pero yo uso del que tenga).
500mls de caldo de verduras o de pollo (la versión fácil es cojer un cubito o caldo en tetrabrik).
1 taza de arroz redondo (arroz bomba, arborio).
1 cebolla pequeña o 2 echalotes (cebollitas francesas).
100grs de queso de cabra fresco o en rulo
1 cucharada de mantequilla
1 chorritín de aceite de oliva "virgen extra", como diría el Maestro Arguiñano.
Preparación:
Lo primero que debemos hacer es, lavar bien las remolachas y colocarlas en el horno para asarlas, como si de patatas se tratase. Si lo quieres hacer fácil, obviarás este primer paso, empleando las remolachas ya cocidas (ojo, no de tarro, que esas llevan vinagre!!). Una vez estén asadas y blanditas, las pasamos por un pasapurés, las trituramos o simplemente las cortamos en trocitos muy chiquitillos, según quiera uno encontrar, o no, tropezones.
Cortamos la cebolla muy pequeñita en brunoise. Colocamos en una olla mediana, 1 cucharada de mantequilla y el chorrito de oro líquido (aceite de oliva), el cual evitará que la mantequilla se queme. Echamos la cebolla y la doramos. Ponemos el arroz y lo rehogamos bien para que se selle. ¡Cuidadito con quemarlo! Ahora echamos la remolacha. Echamos el vino tinto y removemos. Una vez se ha evaporado, empezamos a echar cucharones de caldo (este debe estar caliente). Nunca dejamos de remover y vamos poniendo caldo según lo vaya pidiendo el arroz. Hay que recordar, que esto es risotto, por lo que no podemos dejar que se seque. Siempre es recomendable tener una reserva de caldo, pues puede pedir un poco más.
Cuando el grano esté casi listo, agregamos el queso de cabra cortadito y removemos. Rectificamos de sal, et voilà!